miércoles, 18 de abril de 2012

Try it, try it again

Por más que él lo intente no lo va a conseguir. Él siempre se da cuenta tarde, el recuerdo supera al olvido al que abraza tan fuertemente. Pero a ella le gusta ver que insiste, aunque a trompicones y a destiempo, aunque entre una vez y la siguiente pasen meses. Le gusta sentirse deseada, le gusta pensar que por lo menos para alguien es la mejor, que él lucha por tenerla. Y le gusta ver hasta qué punto puede llegar a arrastrarse por ella, cómo pierde la dignidad e incluso los papeles. Y le gusta rechazarlo para comprobar que también tiene sentimientos, ve cómo se rompe, cómo finge mantener el tipo, cómo se enfurece, cómo persevera...




Puede parecer cruel. Ellas son crueles. Víboras. Locas. Vengativas. Pero no es cruel. Simplemente le da a probar de su propia medicina porque, en el fondo, hay un cariño innegable, una pizca de (com)pasión y unas gotitas de piedad irresistibles.
Y entonces todo se convierte en un perfecto caos.





Blanca PeGarri

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