lunes, 2 de julio de 2012

Comeré como come una Reina


 Me voy a comer mis prisas con sal, tus errores con azúcar y nuestros abrazos con miel. Y es que tengo sed de sentir un nuevo amanecer, cogida de su mano, él que sabe hacerme reír, hacerme sentir su piel contra mi piel y llevarme al cielo y tocar las estrellas, sentarme en la luna y rascar mi espalda con sus uñas, dibujar sonrisas, hacerme la reina de la vida y llorar, llorar de alegría.

Me voy a comer tu sonrisa de caradura, tus gestos y palabras de ternura, tus excusas y tu encanto personal. Lo voy a tomar con sal y pimienta a ver si así experimentas un desgarro en tu piel, como desgarraste mi corazón antes de ayer. Tengo sed de vivir una historia que no tenga fin, él, que me susurra al oído, que en la espalda me da caricias que no tienen precio y que mi sonrisa es un premio por el que luchar.
Y que cada vez que dibuje un corazón con mis dedos sea con las letras de su nombre y me mate a besos y me muerda los versos que canto por él.

Y me comeré todos tus defectos con sacarina, para que no engorde la ira y te diré con media sonrisa que el que me coma a mí no serás tú, será él rozando sus manos con mi pelo junto al mar, cómo no, azul.





Blanca PeGarri