lunes, 16 de marzo de 2015

Dos días dura la vida

Deja de hacer lo que todo el mundo espera de ti.

Deja de hacer lo que todo el mundo espera que hagas.

Deja de hacer lo que todo el mundo quiere que hagas.

Deja de actuar como la gente quiere que actúes.

Deja de pensar como te dicen que tienes que pensar.

Deja de no hacer las cosas "porque no son lo correcto".

Nota mental: lo convencional no siempre tiene por qué ser lo correcto.


Recuerda que tienes una vida y un cuerpo. Un alma, un corazón, una cabeza con la que no sólo te peinas. Todo enteramente tuyo.
No eches tu vida, tus sueños e ilusiones por la borda porque alguien te diga que no está bien, que no deberías, que "si yo fuera tú no me arriesgaría"...
La vida, querido amigo, son dos días (gracias a Dios, no textualmente). Pero si medimos nuestra vida, nuestra pequeña porción de tiempo, con el tiempo que hace que el universo es universo, sí, son dos cortísimos días.
La vida es un regalo, una oportunidad en la que podemos demostrar que somos alguien, que somos importantes (porque sí, no seremos Einstein, pero todos y cada uno somos importantes para alguien en este mundo). Así que, con los brazos abiertos, aprovechemos la vida.

Estudia, trabaja, haz ejercicio, come sano, comparte el tiempo con los tuyos... eso está muy bien, pero también haz locuras, ese tipo de locuras que solo se te ocurre mencionar si alguien te pregunta qué harías si fueras a morir en un mes.
Está bien: ¿Qué harías si te quedara un mes de vida?
Entonces no te importará lo que puedan pensar de ti, si tendrás remordimientos o si no-deberías-haberlo-hecho. Porque la vida son dos días (exactamente un mes).


VIVE TU VIDA COMO UNA EXCLAMACIÓN, NO COMO UNA EXPLICACIÓN

Por suerte, y nunca por desgracia, tenemos mucho más tiempo del que disfrutar. ¿Qué más da si mañana o la semana que viene te arrepientes? ¿Qué más da si alguien te mira mal porque eso-que-haces-no-es-lo-correcto? Ya habrá tiempo para pensar en eso (o no, ¿para qué?). Disfruta del momento y si algo te apetece, hazlo. Los momentos pasan y no podemos volver a vivirlos, todos y cada uno de ellos son únicos e irrepetibles. Aprovecha tu vida. VIVE.
Porque dentro de dos días, como aquel que dice, sólo te quedará un último suspiro y la certeza de que tu vida, ante todo, ha sido plena.

Qué más se puede pedir.



Buena vida y paz xxx



Blanca PeGarri.

jueves, 5 de marzo de 2015

SIN BUENAS NOCHES NO HAY NOCHES BUENAS

No podía dormir. Miraba el reloj de su mesilla de noche y las manecillas avanzaban cada vez más lentamente, sin que pudiera conciliar el sueño. No era su primera noche en vela, ni sería la última. Ni las infusiones relajantes ni las pastillas le servían ya para descansar, mucho menos para soñar (a no ser que fueran sueños de los que se convierten en tormentos. Entonces, su imaginación parecía no tener límite).

Las sábanas se habían convertido en su abrazo, la almohada en su confidente y el tic tac del reloj en un chivato que se burlaba de ella, recordándole que no, que no dormía, que al día siguiente las ojeras dibujarían de malva el contorno de sus ojos cansados, que el tiempo pasaba y, con él, sus fuerzas.

Y en su desvelo, miró la agenda que estaba sobre la mesita y un corazón dibujado en el día siete la abatió. Acarició con la yema de sus dedos ese corazón de tinta azul; hacía tanto que nadie acariciaba el suyo... 


Es la única vida que podemos compartir...


Impotencia.

Entonces comprendió que su falta, el vacío, la pena y los desvelos eran lo único que la mantenían unida a él. Que las lágrimas que humedecían su almohada tenían su esencia. Que incluso esos sueños que la atormentaban eran la única manera de sentirle cerca. Y comprendió que su olor, sus abrazos y su voz eran lo que más necesitaba en el mundo, y que sin ellos nunca conseguiría dormir, que la vida, era vida a secas.

Porque, al fin y al cabo, sin sus buenas noches no había noches buenas.


























It's what you do to me...





Blanca PeGarri.