Latidos que rompen el pecho, que desgarran cada milímetro de piel, cada milímetro de sueños y vida.
Latidos que quieren huir del cuerpo, que quieren escapar y sentir la calma del aire, dejarse llevar.
Latidos que no dejan dormir, que no dejan respirar, que no dejan vivir.
Latidos que hacen recordar que un corazón llora y que necesita caricias, besos, abrazos.
Latidos que gritan silencios.
Latidos que rompen el alma.
Latidos que rompen.
Latidos, sin más.
Latidos.
-perteneciente a mi libro Gravitacional.
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