miércoles, 16 de diciembre de 2020

Me he vuelto bruma

Te he echado tanto de menos

que me echo de menos a mí.

¿Dónde he estado todo este tiempo

en que he ido detrás de tu recuerdo,

en que me he ido

y no he vuelto

o no he sabido

cómo demonios volver a mí?


He estado tan cegada en tu sombra

que he alumbrado de bruma mi luz,

tan obstinada en la memoria

que ya no veo en el reflejo de mis ojos

más que la cruz

en la que yo te convertí.


Añoro una sonrisa 

sin tu nombre subtitulado debajo

y mis ojeras de una noche entre libros

y no de pasarla hablándoles de ti a mi gato

y a mi almohada húmeda.


Echo de menos 

mi mano escribiendo versos 

de amor propio y de flores que brotan

y en cambio todos empiezan con tu inicial,

y las demás letras se diluyen y se esfuman, 

disléxicas,

hasta que tu nombre se vuelve a recitar

como el del subtítulo bajo mis labios,

ese que se transcribe 

cada vez que asoma una sonrisa,

esa que asoma

cada vez que veo en mis ojos la cruz,

esa que veo

cada vez que me quedo ciega en tu sombra,

esa que ciega el camino de vuelta

a mí misma.


Me pierdo.


Y es que te he echado tanto de menos

que ahora echo de menos todo de mí.


Blanca PeGarri


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