martes, 14 de octubre de 2014

Iguales y distintos

El mundo sería muy aburrido si todos fuéramos iguales.


















Bonito, ¿verdad? Los huevos, la fruta, las hojas, las flores... qué bellas creaciones. Y qué riqueza. Cuántos tipos diferentes de estas cosas podemos encontrar. La naturaleza puede ser tan creativa, tan juguetona, tan sabia...
Es una preciosidad.




Os contaré una historia.

Un día, alguien tuvo la macabra idea de clasificar a la raza humana. De crear diferencias, marcadas por nuestra piel. Por la piel (menudo disparate). La gente morena, por una parte. La gente pálida, por otra. La gente con piel rosada, la gente de piel cetrina... Y también por los rasgos: ojos rasgados, narices grandes, cabellos casi blancos de tan rubios...

Y tuvo también la descabellada idea de llamarlo razas. Toma ya.

Después, alguien qué se creyó más listo aún, decidió que unos mandarían más que otros, que la vida de unos valdría más que la de otros y que las ideas de unos eran mejores que las de los otros; de hecho, los otros "ni siquiera tenían la capacidad de pensar por sí mismos". "Perros" los llegaban a llamar. Ni que los pobres perros tuvieran la culpa de la inmoralidad de la raza humana. Sí, he dicho raza humana.

Tras siglos de progreso, aún vemos estas diferencias. Existen la aceptación y la igualdad. Pero parece que sólo cuando interesa y donde interesa. Porque seguimos mirando por encima del hombro, guiados por un color, por un rasgo, guiados por estereotipos y mentes enfermas.

Todos somos iguales. No me refiero a físicamente, ni si quiera en el interior. Pero todos somos personas, seres humanos con los mismos derechos y obligaciones. Nuestras diferencias nos hacen ser únicos y especiales.
¿Acaso tu gato es peor que el mío por ser gris y el mío blanco?
¿Acaso otros perros miran mal al tuyo por ser éste cojo, o tener manchas en el pelaje?
¿Y tú? ¿Miras a otras personas de manera diferente de la que te miras a ti?
Nuestro físico nos distingue del de al lado, y nuestras cualidades nos harán ser un tipo de persona u otra. Vivimos en un mundo rico en variedad, ¿por qué no aprovecharlo? ¿Por qué no llenarnos de ella?

El mundo sería muy aburrido si todos fuéramos iguales.





Blanca PeGarri

2 comentarios:

  1. ¡Genial entrada! Estoy completamente de acuerdo contigo. A pesar de que la teoría parecemos saberla todos, la práctica no dice algo completamente distinto. Se ha ido avanzando en este sentido, aunque sea muy lentamente, espero que siga haciéndolo y que realmente un día ese igualdad sea una realidad. Y sí, iguales como seres humanos y maravillosamente distintos. Eso hace el mundo mucho más rico e interesante. La naturaleza lleva millones de años demostrándonos que es mucho más sabia que nosotros.

    Besos

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    1. ¡Me alegra que te guste, Jara! Tienes razón con lo de la naturaleza... ¡habrá que hacerle caso! Ojalá en un futuro próximo todas y cada una de las personas del mundo se miren al espejo y se vean iguales al resto...

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