sábado, 16 de agosto de 2014

La montaña

La montaña nos abraza, nos guarda. Sus leyendas, sus gentes, sus árboles, rocas, ríos y lagos nos deslumbran, sus vientos nos guían, sus sendas nos dan camino. La montaña nos habla y nos cuenta historias, cientos de ellas, y nos da esperanza, verde como el verde de sus árboles y su musgo. Nos da esperanza, y también fuerza y valor, para seguir adelante, para poner un pie detrás de otro, para decir "sí se puede" cuando creías que no podías más. La montaña nos enseña a compartir, a respetar y a ayudar.
Es maestra, madre y diosa.

Su olor se clava en nuestras narices y purifica nuestros pulmones, su aire nos susurra palabras de amor al oído, su paisaje nos alegra la vista, el sabor de su agua refresca nuestros labios, su esencia... su esencia lame nuestra piel hasta erizar el último vello de nuestro cuerpo.

La montaña.
Es tranquilidad, es paz. La montaña es montaña en todas sus expresiones, es ella misma, sin tapujos, ni maquillajes, al natural. Es montaña.

La montaña nos abraza, nos guarda. Y sus caminos guían nuestros pasos.





Blanca PeGarri

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