Leer por leer
¿Desde cuándo la lectura se ha convertido en una competición, con los demás o con uno mismo? Desde cuándo, me pregunto, se ha puesto de moda leer para acumular un número de libros y no por placer. En ocasiones, intoxicada por la voracidad de las redes sociales, me he sorprendido a mí misma ansiosa por terminar un libro para empezar otro sin centrarme en cuánto lo estaba disfrutando. O si lo estaba disfrutando siquiera. Y no me reconocía. Entonces echaba el freno de mano, respiraba y me recordaba por qué leo desde que tengo cuatro o cinco años: la paz, la evasión, las conversaciones internas. Y me recordaba que el tiempo que me queda al día (o a veces a la semana) para leer, quiero que sea así, sanador, y no una carrera contra la pantalla de unos cuantos que leen por otras razones, válidas, seguro, pero no para mí. A mí me gusta recrearme en el hedonismo de la lectura. Entiendo las comunidades de lectores como entornos seguros. Agradezco a quienes comparten sus opiniones, sus gusto...