En realidad estoy en paz y me permito tener días así. Y eso está de puta madre
Me siento por detrás de todos en todos los sentidos. Me siento encerrada y anclada a una jaula sin barrotes con grilletes invisibles. Quiero despegar pero mis pies están llenos de pegamento, quisiera llegar pero camino y no avanzo. Estoy exhausta, no paro y sigo en el mismo lugar con la misma calderilla en los bolsillos (incapaz de pagar un estudio de 30 metros cuadrados al que llaman piso con encanto con la taza del váter junto a la cama de cuerpo y medio y la cocina de cabecera), con la misma soledad en el alma y en mis brazos. Estoy cansada de no parar y seguir en el mismo jodido sitio, de ansiedad, de lágrimas, de frustración, de sonreír cuando me dicen "ya te llegará" con una palmadita en el hombro sabiendo que no les importa porque no conocen el sentimiento de sentirse un fraude, un fracaso, no me conocen, y no llega y mientras tanto los veo felices con sus vidas plenas con esa estabilidad que yo jamás había buscado. Pero mira, he desarrollado una pasión especial por n...