Luchar por tus sueños.

La vida no es fácil. Pero eso no es una excusa para dejar de ser feliz, para dejar de luchar, para dejar de ser valiente. Levantarte por las mañanas con ánimo de empezar un nuevo día y volver a casa con la sensación de que has sido feliz, no es fácil. Pero es increíblemente placentero. No es fácil conseguir tu sueño, ni siquiera lo es perseguirlo. Pero eso tampoco es excusa para dejar de hacerlo. Ser feliz es el resultado. Tampoco fue fácil para Hillary y Tenzing llegar a la cima del Everest. Requirió un gran esfuerzo y dedicación, cansancio y sacrificio. Sangre, sudor y lágrimas. Y ni si quera eso les paró: el resultado fue seguro el mejor, mejor aún de lo que hubieran imaginado. La vida no es fácil. No es una película de Woody Allen, ni de Tim Burton, no podemos hacer magia como nos prometió J.K. Rowling, ni tampoco triunfar de un día para otro. No vas a despertarte un día y ser un triunfador. Lo que sí puedes es despertar un día y decirte a ti mismo: "Voy a tener éxito...