Ciudadanos de un lugar llamado Mundo
No hay fronteras, no hay razas, nadie es mejor que nadie, nadie es inferior a los demás. Somos millones de personas en el MUNDO. Altos, bajos, gordos, flacos, morenos, pelirrojos, rubios, canosos, viejos, jóvenes, empresarios, profesores, cocineros, cajeros, estudiantes, pálidos, cetrinos, oscuros, deportistas, ávidos lectores, amantes del sol y de las tormentas. Cada uno con nuestras características, todos diferentes, pero personas. Cada uno somos como una gota de agua diferente, pero juntos formamos una misma marea de gente. Da igual: de España, Alemania, Kenia, Reino Unido, América, China, Hungría, Cuba o Túnez. Simplemente son nombres que los humanos utilizamos una vez para facilitar ciertos asuntos geográficos. Da igual el idioma que hablemos, es riqueza cultural, pero no nos hace diferentes. Todos esos sitios, estas lenguas, estas personas, pertenecen a un mismo lugar, al que llamamos Mundo. Mimémoslo porque, a fin y al cabo, es nuestra casa. Querámonos porque, al fin y...